Los niños deben recuperar la costumbre de leer. Del   reencuentro con ese hábito dependen muchas cosas; entre ellas, el   rendimiento escolar de los menores. Con la mirada puesta en ese   planteamiento, y en el deseo de extender la lectura entre los niños y   adolescentes, la Conselleria de Educación impulsará el próximo curso el   Plan Lector, que implica un «contrato familia-tutor». La iniciativa   requiere el necesario compromiso de los padres para propiciar el   encuentro con los libros en el ámbito familiar. El programa previsto se   pondrá en marcha desde la etapa de Educación Infantil. 
  Para cada periodo formativo se establecerán unas   prioridades que exigirán diferentes compromisos a las familias. Los   padres de menores que cursen Infantil se comprometerán a leer cuentos   con sus hijos a lo largo de todo el curso. Cuando los estudiantes sean   alumnos de Secundaria, el Plan Lector exigirá a las familias que compren   prensa varias veces a la semana para compartirla en casa.
  En torno a estas cuestiones, y otras más, se ha diseñado el   Plan Lector al que ayer se refirió la consellera de Educación, María   José Catalá. La responsable autonómica defendió la importancia de la   iniciativa refiriendo la existencia de estudios que confirman «un efecto   positivo de las actividades de lectura sobre el rendimiento escolar». 
  Con esos documentos  en la mano, la última evaluación   diagnóstica y los informes PIRLS y TIMSS 2011, se ha decidido llevar   adelante  el plan que, según Catalá persigue «que la familia apoye al   centro escolar para que los alumnos comiencen a leer desde Infantil». 
  Con la orden 44/2011, la Conselleria de Educación ya reguló   el Plan para el Fomento de la Lectura y estableció que todos los   centros deben aprobar un Plan Lector propio con esta finalidad. El   próximo curso es el plazo escogido para la puesta en marcha. 
    
    Acuerdos con los padres  
  El programa previsto contempla el establecimiento de   acuerdos entre todos los implicados: familia, alumno y tutor. Es el   camino escogido para dar salida a «la corresponsabilidad en el proceso   educativo del alumnado y la mejora de su rendimiento escolar». Entre los   convenios que deberán establecer las tres partes citadas se incluyen   los que afectan al Plan Lector y que deberán ser diferentes en función   de la etapa educativa en la que se encuentren los niños.
  Además, la consellera explicó que su departamento trabaja   para detectar las buenas prácticas de los centros educativos que cuenten   con un Plan de Fomento de la Lectura destacable con la finalidad de   «difundirlas en la web de la conselleria y la del ministerio y en las   jornadas de intercambio de buenas prácticas que se celebrarán antes de   que finalice el presente curso».
  Dar publicidad a estas iniciativas  proporcionará a los   centros educativos modelos orientativos de planes como herramienta para   promover la continua mejora de los resultados. Además, se otorgará un   reconocimiento a los centros mejor evaluados. 
  El Plan Lector comporta también potenciar sistemas que   permitan la evaluación formal del cumplimiento de los objetivos fijado   por los centros. Con el conocimiento de estos resultados, la Conselleria   de Educación se quiere asegurar de que el fomento de la lectura se   traduce en resultados que evidencien el fin último: una mejora del   rendimiento escolar en las distintas etapas educativas.